se llamaba soledad y estaba sola, como un puerto mal tratado por las olas, coleccionaba mariposas tristes, direcciones de calles que no existen. pero tuvo el antojo de jurar hacer conmigo una excepción y primero nos fuimos a bailar, y en mitad de un 'te quiero', me olvidó. de esperanza no tenía más que el nombre, ya que no esperaba nada de los hombres, coleccionaba amores desgraciados, soldaditos de plomo mutilados. pero quiso una noche comprobar para que sirve un corazón, y prendió un cigarrillo y otro más, como toda esperanza se esfumó. por eso cuando el tiempo se resume, y los sueños parecen pesadillas, regresa aquel perfume de fotos amarillas. y aunque sé que no era la más guapa del mundo, juro que era más guapa, más guapa que cualquiera. se llamaba inmaculada, que esa puta, que curaba el sarampión de los reclutas, coleccionaba nubes de verano, velas de tul, ruidos por gusanos. pero quiso quererse enamorar, como una rubia del montón, y que yo la sacara de la calle de los besos sin amor. y mil años después, cuando otros gatos desordenan mis noches de locura, invoco aquellos ratos de toda calentura. y aunque sé que no era la más guapa del mundo, juro que era más guapa, más guapa que cualquiera.