no pasaba de los veinte, el mayor de los tres chicos, que vinieron a atacarme el mes pasado.
no te hagas el valiente que me pongo muy nervioso si me enfado
pero el tipo se dio cuenta y me dijo 'colega, te pareces a sabina, ese que canta'
era una noche cualquiera, puede que sea trece, qué más da, pudiera ser que sea martes.
solo sé que algunas veces, cuando menos te lo esperas, el diablo se pone de su parte.
'tranquilo, perdona', y un trago para celebrarlo.
a una barra americana me llevaron, no dejaron que pagara ni una ronda.
controlaban tres fulanas, pero a mi me reservaban los encantos de maruja la cachonda.
nos hicimos unas fotos en tres minutos, parecemos la cuadrilla de la muerte.
me devolvieron intacto, con dinero, la cartera, la cadena y el reloj,
pero les tenía que escribir un rocanroll.
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