los hombres somos sujetos divididos y contradictorios. antes se creía que nuestro destino dependía de los dioses. luego el humano empezó a dudar de la existencia de dios, y se paró frente a su destino. se empezó a preguntar si no era el mismo hombre el responsable de su tragedia, de su comedia, de su dicha y de su desdicha ; y entonces se comprendió que el hombre no era individuo, si no que era un sujeto dividido y contradictorio. el hombre es un ser contradictorio. ¿y podemos salir de una tragedia con más tragedia? no podemos dejar morir al mal herido. ¿cómo podemos vivir con la culpa sabiendo que dejamos morir a alguien? . "ser o no ser, esa es la cuestión". ¿qué es más noble para el espíritu, sufrir los dardos y golpes del destino o tomar las armas contra un mar de angustias y terminar con ellas convatiéndolas? ¿quién soportará los asotes, los escarnios del mundo, la injusticia de las personas? hay dilemas que ponen en juego al ser, las opciones son todo o nada, blanco o negro, ser o no ser ; no se puede ser de una manera y actuar de una manera distinta a la que uno es . ¿quién soportará la afrenta del soberbio, las angustias del amor desailado? nos ahogamos en la pregunta " ¿qué hago? " pero pocos se animan a la pregunta " ¿quién soy? " y ahí está el partido, en el ser. no se puede ser de una sola manera, no es blanco o negro ; es gris, es contradictorio, se quiere una cosa y se quiere otra. somos así, está en el ser.